Escrito por: Sakura Kinomoto (Chile)
Como cada mañana Manuel miraba por la ventana del lugar en el que se hospeda, si bien sabía que tenía un largo día por delante, su corazón no logra encontrar la paz que necesita.
La noche anterior soñó nuevamente con José, el hombre por el cual mi corazón latía desbocado, a pesar de su mejor juicio, o lo que se esperaba de él, como extrañaba estar entre sus brazos, su sonrisa, sus besos, las caricias brindadas mientras están juntos.
Pienso en lo que daría por estar a tu lado en estos momentos pero ello no es posible, porque en estos momentos me encuentro en un nuevo viaje para reunir información, además esta el saber que no puedo dejarlo todo, eso genera en mi una terrible desesperación porque Te amo demasiado José.
Y por mas que quiera no puedo ir a tu encuentro, ya que así como yo estoy en un viaje tu estas comandando a las tropas, que nos ayudarán a lograr el sueño que originalmente nos unió, la independencia de nuestro país.
Se que mi corazón pide a gritos ir a tu lado, pero saber que no puedo eso genera agonía a mi ya lastimado corazón, el cual llora por tu ausencia y por el deseo incumplido de ir al lugar en el que te encuentras actualmente, para poder estar en tus brazos, una vez más y que me des la certeza de que esto que siento por ti es real.
Este deseo me tiene al borde de el abismo de la desesperación, me consume poco a poco, pero que hacer, no puedo simplemente dejarlo todo para correr a tus brazos, ya que conociéndote como lo hago te enojarías conmigo, ya que en estos momentos tan difíciles mi deber como tu lo llamaste es reunir información para lograr la tan ansiada libertad.
Por otro lado, según supe por fuentes externas es que estas cortejando a una mujer que tu familia te a presentado, con la que les gustaría que te cases en un futuro cercano, para que de ese modo continúes con el apellido familiar, lo mismo me pasa a mi ya que mi familia también me impone un matrimonio sin amor para continuar con el legado de los Rodríguez, por lo tanto esta misión que me has encomendado me sirve para mantenerme alejado de mi propia familia.
La que me impone citas con mujeres, para que me case de una vez por todas, y siendo honesto conmigo mismo por más que pienso en el tema, no puedo aceptarlo con gusto ya que mi corazón tiene dueño ese eres tu José, por lo otro lado el solo imaginarme que tengo que tocar y ser tocado por una mujer me desagrada enormemente.
Esta el hecho de no saber que es lo que sientes tu mi amado José, estas de acuerdo con el matrimonio, estarás realmente cortejando a alguien mas cuando me tienes a mi, también existen momentos en los que me pongo a pensar, en que me gustaría ser yo quien tuviese la capacidad de tener hijos para poder dártelos, siendo de ese modo pudiésemos estar juntos libremente, sin las preocupaciones de continuar este maldito legado familiar, el que causa que te alejes de mi lado, porque no soy tonto y se que la presión de tu familia es una de las causas por las que te mantienes alejado.
Lo otra duda que ronda en mi corazón la idea de que tu no me amas como yo a ti ciertamente cuando estamos juntos me siento correspondido ya que veo ese brillo especial en tus ojos, me sonríes y me abrazas como si tu vida dependiese de tenerme entre tus brazos.
Y que te duele mi partida, esto lo se por que al mirar en tus ojos veo el brillo desaparecer, por lo que alejarme de tu lado duele bastante, es por eso que atesoro en lo mas profundo de mi alma y mente cada recuerdo de los momentos que estoy contigo.
Al final Manuel decidió dejar de pensar en su amor no correspondido ya que no me hace ningún bien, además de que este es el ultimo desvelo que le dedico a estos sentimientos que ocupan mi corazón ya que siento es el momento de dejarte ir.
Aunque tal vez sea mejor ir a Santiago y hablar contigo de una buena vez, para de ese modo saber si realmente existe una oportunidad entre nosotros o no, y de este modo poder saber si las inseguridades que habitan en mi corazón, ya no serán infundadas.
Con esta nueva determinación decido levantarme de la cama que me había negado a abandonar, todo esto porque me entró la añoranza, llegando a mi los recuerdos de nuestros momentos juntos, para eso retiro las cobijas que me cubrían y salgo de la cama, e ir al lugar donde están las cosas para lavarme, procedo hacer mi aseo matutino, después de eso vestirme con la ropa de el personaje que hoy usare, así que una vez listo ordenó y guardo todas mis cosas y salgo de el lugar en el que me hospede.
Me dirijo a buscar un lugar donde pueda tomar desayuno, que a su vez me sirva para iniciar con el espionaje, al encontrarlo me dirijo a una de las mesas y espero a que alguien se acerque a mi para pedir mi desayuno, esto último poco demoro ya que por la hora tampoco habían gran cantidad de clientes por lo que eso también ayudó a que pudiese salir rápidamente de ese lugar.
Una vez fuera del lugar empiezo a caminar hacia la salida de el pueblo en el que me había refugiado, y emprendo camino hacia Santiago, para ir en tu búsqueda mi amado José, solo espero que mi presencia sea tan bien recibida como espero que sea. . .