Desde que se anunció la producción de esta película, que sigue el manga exactamente donde lo dejó la serie de televisión, estuve ansiosamente esperando primero que saliera en cines en Japón, y luego unos seis o siete meses después, que saliera su respectiva versión BD/DVD oficial para tener la posibilidad de verla.
En ese tiempo, teníamos la esperanza de que Crunchyroll, ya que había traído la serie, estrenara la película también. Afortunadamente la esperanza se hizo realidad.
Sí, porque para mi gusto, la pareja más poderosa e intensa de esa historia, y sin querer queriendo probablemente, fue la secundaria. No solo porque incluía un triángulo amoroso, cliché que hasta el día de doy y digan lo que digan, sigue emocionando al público, sino porque también, nos muestra el camino hacia la madurez de los personajes.
Pero… ¿qué es Given?
Antes de comenzar a desgranar la película propiamente tal, creo que sería bueno echarle un vistazo a la serie, como para que comprendamos el contexto en el que se maneja esta obra y los personajes.
La serie está basada en el manga BL de Natsuki Kizu, una destacada mangaka, que forma parte de la generación de artistas que se dedica a este género del manga y el anime. La serie de televisión cuenta con 11 episodios que adaptan del tomo 1 al 3 y hasta el capítulo 15 del manga.
¿De qué va?
Tenemos a Ritsuka Uenoyama, un estudiante de preparatoria que toca la guitarra y según sus propios compañeros, tiene un talento increíble. Sin embargo, con el pasar del tiempo, ha ido perdiendo el entusiasmo y ya siente que las cosas no son como antes.
En ese ir y venir en su vida adolescente, cuando se aburría o quería dormir, se iba a un rincón en unas escaleras del colegio a dormir en los intervalos entre clases y clases. Pero un día, se encontró con un chico ocupando su lugar y abrazando una guitarra. La misma, tenía una cuerda rota y por lo tanto no se podía tocar. Mientras conversan y comparten el rincón, Uenoyama no puede evitar mencionar que él puede arreglar la cuerda de la guitarra para que pueda volver a sonar. Mafuyu Satou, el chico que se encontró allí, a pesar de tener una personalidad taciturna, extrañamente se emociona y le pide por favor que además le enseñe a tocarla. Al principio, Uenoyama se niega porque no se siente capaz de enseñar, pero Mafuyu insistió tan acosadoramente, que terminó aceptando.
Desde aquel momento, empiezan a compartir cada día mientras le enseña a tocar la guitarra, y poco a poco, Uenoyama empezará a sentir una emoción con respecto a Mafuyu, sobre todo después de escucharlo cantar. Su corazón volvió a repiquetear y se emocionó como en los viejos tiempos.
Es ahí que los papeles se invierten y como Uenoyama forma parte de una banda que se dedicaba a tocar temas solo instrumentales, empieza insistirle a Mafuyu que se convierta en el cantante. Pero ahora, es Mafuyu quien se niega o mejor dicho, se toma su tiempo en aceptar.
Mientras todo esto sucede, la serie se vuelve un poco más seria, porque desde el principio, nos cuentan que Mafuyu viene de un trágico acontecimiento que cambió su vida. Uenoyama por habladurías de los compañeros, se entera que corre el rumor que por culpa de Mafuyu, su novio, se habría suicidado.
Esto impacta a nuestro protagonista, porque además comienza a darse cuenta que se ha enamorado de este dulce chico. Por su parte, Mafuyu no puede salir del ciclo de la depresión por lo sucedido con Yuki, su novio, y lo que es peor, no puede expresar lo que siente y por lo tanto, tampoco quitarse el dolor que lo atormenta. Eventualmente, nos cuentan que algo de responsabilidad en este desafortunado hecho tiene, esto, por un mal entendido que provocó este trágico desenlace.
Entonces la serie, nos cuenta la historia de cómo Mafuyu tiene que luchar con esa culpa y como tendrá que aprender a lidiar de una buena vez con el recuerdo de Yuki y seguir adelante. En este avance tendrá un poco de ayuda de Uenoyama y por supuesto el otro protagonista de esta historia: la música.
¿Se acuerdan que les comenté que Uenoyama tiene una banda donde él es guitarrista?
Pues bien, aquí nos encontramos con los otros protagonistas de esta obra y es la historia que desarrolla la película y que vamos a comenzar a comentar a partir de ahora.
Given: la película, el doloroso camino a la adultez.
La película de Given, retoma los acontecimientos exactamente después de donde lo dejó la serie, abarcando del capítulo 16 al 28 de los tomos 4 y 5 del manga. Natsuki Kizu, después de resolver un poco los problemas del personaje principal, se dedica a desenredar el drama que arrastran los dos integrantes de la banda en la que Uenoyama y Mafuyu participan, además de un tercero que es muy importante para el baterista.
Nos referimos a Haruki el bajista y Akihiko, el baterista, además claro de Ugetsu.
Haruki Nakayama toca el bajo en “The Seasons” al principio y luego en “Given” el siguiente nombre de la banda de estos chicos. Hace años que está totalmente enamorado de Akihiko Kaji sin esperanza. Aunque él mismo se describe como uno más del montón como bajista, tanto en la serie como en la película, se pone énfasis que él actúa como el mediador en todos los problemas que surgen, es el que pone los paños fríos, organiza y se encarga de las burocracias para que la banda pueda avanzar en su camino al reconocimiento.
El hecho que él mismo tenga esa imagen de sí mismo, provoca que sufra un poquito de falta de autoestima y se mantenga en este amor no correspondido que padece desde el segundo año de universidad, porque si, a pesar de que sabe cómo es Akihiko, tiende de alguna manera a perdonarle lo disperso y casquivano que es, por lo menos en apariencia, porque los problemas de Akihiko son más serios de lo que pareciera.
Akihiko Kaji, también estudia música en la universidad y está involucrado en una relación nociva con Ugetsu Murata, un compañero de preparatoria que fue su primer amor y novio y con el que terminó conviviendo en la oscuridad de un subterráneo insonorizado.
Aunque la historia de Ugetsu y Akihiko empezó como todas las historias de amor, idealizada y bella, con el tiempo soterradamente se empieza a notar, que lo que tienen más que una fuente de felicidad se ha convertido en una de sufrimiento. No solo porque Akihiko envidia profundamente el excepcional talento que tiene Ugetsu con el violín, sino porque su relación se vuelve asfixiante.
Akihiko se quedó sin un hogar, ya que sus padres se divorciaron y cada uno hizo su vida, por lo que se quedó sin un lugar al que volver. Solo una libreta de ahorros y el dinero para que él sobreviviera por las suyas en sus años de estudios. Es por eso que termina viviendo con Ugetsu. Esa dependencia económica derivó también en una sentimental y emocional. La casa del violinista se convirtió en su hogar y en su refugio y por lo mismo, cuando terminaron, nuevamente quedó huérfano de un lugar donde sentirse seguro y acogido. Es por eso, que incluso llega a hacer cosas vergonzosas y de las cuales no está orgulloso, para tener un lugar donde dormir cuando su ex se consigue un ligue nuevo y le pide que duerma en otro lado. Porque sí, sigue viviendo con Ugetsu.
Por su parte, Ugetsu no lo hace mejor, ya que a pesar de que fue él mismo quien terminó primero, le permite vivir con él por dos años más sin cerrar la relación que tienen convirtiéndose así, en una de amigos con beneficios que sigue alargando el sufrimiento de ambos, porque el violinista siente que a pesar de amar a Akihiko, su amor por la música es aún mayor y la existencia del rubio, no le permite dedicarse 100% a lo que le apasiona. Sin embargo, ya sea por inmadurez o egoísmo, deja que Akihiko siga apegándose a él y de vez en cuando siguen teniendo sexo, por lo que la relación siempre queda en un especie de limbo, en el que para mi gusto, Akihiko siempre sale perdiendo porque Ugetsu no le da un corte definitivo, que técnicamente sería lo más saludable. Y Akihiko no se va de ahí, a pesar de que su ex de vez en cuando busca excusas para que él lo haga y no tenga que ser él quien diga la última palabra.
Y entonces la película esto nos cuenta, como estos tres personajes saldrán cada uno de sus respectivos problemas y como tendrán que madurar aunque el proceso sea doloroso para ellos.
Primero, Haruki tendrá que desligarse de esa imagen algo idealizada que tiene de Akihiko y comprenderá que necesita amarse y creer un poco más en él. Entender que es necesario y amado.
Segundo, Akihiko tendrá que dar punto final real a su historia con Ugetsu porque ambos saben que las cosas tales como están, ya no van a ningún lugar. Solo se provocan más daño y ya los pocos momentos agradables que viven juntos, no compensan los malos.
Y Ugetsu, tendrá que tomar la decisión de dejar de alargar lo inevitable aunque no lo diga. El caso de este personaje al igual que el de Akihiko es bastante complejo, porque no es falta de amor lo que pasa en esta relación, solo que las prioridades de ambos no son equivalentes. Mientras él siente que debe dedicar toda su vida a la música, Akihiko requiere de su atención, pero además sufre de una envidia que le envenena la sangre a pesar de haber amado muchísimo al violinista. Entonces como él mismo lo afirma, le gustaba y admiraba pero también lo odiaba.
Y en ese dilema es donde se tiene que resolver el triángulo amoroso. Akihiko sabe que le gusta a Haruki pero como está en ese círculo vicioso con Ugetsu, no se da la oportunidad de volver a amar, y solo tiene aventuras de una noche; y mientras continúa en ese limbo de sentimientos no dará el paso.
Pero aquí es donde entra el protagonista de la historia: la música.
Porque la música fue una aliciente para seguir viviendo en el caso de Mafuyu después de lo que le pasó, en el caso de Akihiko será el gatillante para que él tome la decisión de por fin dejar el sufrimiento atrás y volver a amar y con ello madurar, y Ugetsu encontrará consuelo en la música y en la canción de Mafuyu. En tanto, Haruki se beneficiará de esa magia, no sin antes haber sufrido bastante, primero por su amor no correspondido, luego por intentar comprender a Akihiko en esa crisis que vivía y salir herido, y luego que la canción despierte en Akihiko los deseos de ser una mejor persona y abandonar los apegos que ya no tienen sentido para ir por su propio camino, un camino que lo llevará a una relación más sana junto a Haruki.
Porque de eso es Given, el camino a comprender que las cosas en la vida a veces no salen como se espera, que no puedes obligar a que te amen, que existen muchos tipos de relaciones, algunas más positivas y otras derechamente negativas. Que siempre lo mejor es decir lo que piensas para que no tengas arrepentimientos posteriores y que el camino a madurar nunca es fácil porque te tienes que responsabilizar de tus sentimientos y de tus decisiones.
Después de este largo testamento, voy a mi opinión.
Me gustó la adaptación que han hecho de esta obra, porque lograron plasmar también la esencia del manga, las emociones que te provocan aunque la experiencia sea completamente distinta en ambos formatos, pero apunta a lo mismo y la pasión por la música. Personalmente no creo que sea el mejor BL como muchas quieren pintarlo ni que no fetichice ni estereotipe a los personajes. Tampoco creo que sea la historia llamada a ser la bandera de lucha de la comunidad LGBT. Porque sigue siendo un BL, una historia romántica con todo el poder del shoujo pero con personajes masculinos dirigidos a público femenino que no necesariamente pertenecen a la comunidad, porque eso es lo que es el BL, ni más ni menos, duélale a quien le duela.
Akihiko como personaje, ha sido blanco de cancelaciones y odios de parte del fandom por su manera de actuar y ser. Pero ese tipo de análisis es simplista y totalmente inmaduro. En Given vemos los grises de los personajes, en el egoísmo e inmadurez de cada uno de ellos, y son las razones de por qué reaccionan de la manera que lo hacen. Aquí no existen los buenos y malos, sino que simplemente seres humanos creciendo, tratando de madurar como pueden y como les permitieron las circunstancias.
Podemos cuestionar lo que quieran la escena de la polémica, porque efectivamente fue agresiva, pero como se nos señaló en lo que dice Haruki, fue casi consensuado. En esa escena hay que ver el subtexto de lo que se expresa allí, y de paso, actúa como otro de los detonantes, les guste o no, del cambio de Akihiko a una mejor versión de sí mismo. Claro, no fue el mejor camino, pero era uno de los posibles y conversa con el contexto de lo que vivía el personaje.
Personalmente defiendo lo impredecible que puede ser el ser humano, por muy bueno que te creas, no sabes cómo puedes reaccionar a cualquier circunstancia, porque nadie está libre de las emociones negativas y para mi gusto, es ingenuo pensar que puedas escupir al cielo sin que posteriormente pueda caerte en la cara. Las emociones extremas cancelan la racionalidad del cerebro y en algunos casos aplastan hasta tus principios, por eso no puedo condenar a Akihiko, así de simple.
También, podemos cuestionar la decisión de Haruki de perdonar todo el sufrimiento y volver a darle una oportunidad a Akihiko, pero eso solo demuestra que nuestro querido bajista es de aquellas personas que tienen esperanza y creen que las personas pueden crecer y ser mejores. Por eso es nuestro rollito de canela y también lo es para Akihiko, que como saben, no quería mostrarle sus peores facetas porque él lo respetaba y desde mi punto de vista, ya le gustaba desde mucho antes de los acontecimientos de la película.
Si podemos rescatar la manera que la sensei trabaja temas tan complejos como el suicidio, la dependencia emocional y los traumas sin recurrir por ejemplo, al porno ni endulzando las situaciones. También, la hermosa manera de utilizar las analogías y metáforas para las emociones. Tampoco es relevante que sean parejas del mismo sexo, porque historias similares las encuentras mucho en los josei, pero el fetiche y la gracia es que sean gays, porque es BL, lo quieran admitir o no.
Aquí no te romantizan nada tampoco porque lo que viven los personajes es tan real como la vida misma y sufren muchísimo por ello. A Natsuki Kizu le encanta representar este tipo de historias, incluso lo vemos en otras obras de la autora, en donde las complejidades de las emociones son las que generan los problemas, la fuente del dolor está dentro de los personajes y tienen que aprender a sobrellevarlas y cargar con ellas, porque el ser humano es complejo y contradictorio – como diría Yashiro de Saezuru – pero la madurez emocional llegará cuando pongan todas sus ideas en orden y comprendan que el único control que tienen en su vida son sus propias decisiones.
Y Akihiko lo comprendió, Ugetsu también y Haruki, que tanto se lo merecía, consiguió algo de felicidad. Ahora, como el manga todavía está en emisión, no sabemos hacía donde dirigirá las parejas y que nuevos dramas les hará afrontar. Aunque como sabemos, actualmente está desarrollando la historia de una tercera pareja, pero eso será tema para una nueva reseña, tan, tan.
PD: Déjenme fangirlear y decir que amé la escenas de la terminada de Akihiko y Ugetsu y las del final, la amé en el manga, y en el anime quedó aún más bella. ¡Aguante el AkiHaru!
9/10 Muy recomendable.
Si a todo en esta reseña. Amo a Akihiko locamente.